
Cuando empezamos a construir la escuela, el árbol de caucho ya formaba parte del terreno, seguramente con muchos años ya de vida… Los constructores quisieron cortarlo pero nosotros insistimos en salvarlo y dejarlo allí. Ahora es el centro de la vida en el patio de la escuela. Para nuestros niños es parte importante de sus vidas, les cobija, les da sombre y vida… Ellos viven en un cerro de arena y piedras, un arenal desértico, y se sienten muy felices de tenerlo en la escuela.
Hemos sometido a votación diversos nombres y lo hemos bautizado con un maravilloso nombre: AMACHAY, que significa PROTECTOR.
Y le hemos rendido homenaje con una fiesta especial, gritando su nombre, cantando y haciéndole saber lo mucho que lo queremos. ¡La Escuela Soldevila ama la naturaleza!
Hemos dado la bienvenida a la primavera con una bonita fiesta alrededor de nuestros árbol protector, con disfraces vistosos, canciones y alegres bailes.
¡Bienvenida Primavera!